LAVANDA PROVENÇAL
PROPIEDADES
(Lavanda angustofolia)
Siendo un arbusto de tallos leñoso, ramas de espigas alargadas y flores de color morado que desprenden un aroma intenso y fresco. Dentro de sus componentes destacan principalmente el Lanilol, que tiene propiedades energizantes y los Taninos, que son útiles como antisépticos, cicatrizantes, antioxidantes y protectores de la piel.
Esta planta es originaria de los países mediterráneos de Europa y norte de África y desde siempre se ha utilizado la esencia de sus flores para la fabricación de lociones y perfumes. En Provenza, sur de Francia, existen enormes plantaciones de lavanda para este fin además de ser un deleite a los sentidos pasear por sus campos.
Desde tiempos remotos que la lavanda se usa para perfumarse, se dice que los romanos la utilizaban en sus baños y también acostumbraban a llevar un ramito entre las ropas para ahuyentar a los insectos. Buen dato para los alérgicos a las picadas de mosquitos.
La planta florece en verano y la recolección de las flores para uso medicinal se lleva a cabo entre los meses de julio y agosto. Las flores se cosechan a mano una vez que estén abiertas, idealmente en un día soleado y bien entrada la mañana. Como contiene componentes alcohólicos (linalol, geraniol y borneol) se debe secar a la sombra y a una temperatura inferior a los 35ºC. A mayor temperatura se evaporan los alcoholes, se altera la esencia y se pierde la actividad terapéutica de la planta.
PROPIEDADES E INDICACIONES
El componente principal de la lavanda es el aceite esencial, que contiene alcoholes terpénicos (linalol, geraniol y borneol) y sus esteres, entre otras muchas sustancias, responsables de sus propiedades sedantes del sistemas nervioso central, hipotensoras, antiinfecciosas y bactericidas.
La lavanda es un remedio eficaz para calmar los nervios y en caso de ansiedad, irritabilidad, insomnio, taquicardia y migrañas. Es también excelente como tónico digestivo ya que ayuda a expulsar los gases.
Por su acción calmante, antiséptica y cicatrizante, en uso tópico se aplica en baños y compresas para tratar dolores reumáticos, infecciones cutáneas, heridas, picaduras de insectos etc. etc.
Precauciones: Se aconseja no aplicar aceites esenciales de lavanda por vía interna durante el embarazo, la lactancia, a niños menores de seis años ni a quienes sufren trastornos gastrointestinales de diversa índole (gastritis, úlcera, colon irritable, colitis, etc.) o padecen epilepsia, Parkinson u otras enfermedades neurológicas. El aceite esencial puede provocar dermatitis de contacto a personas sensibles y en dosis elevadas es neurotóxico.